Ochandiano, Vizcaya, 1897. Antonia, la esposa del alcalde, celebra el cumpleaños de su hijastro Eloy con una fiesta a la que invita a todo el pueblo. Al día siguiente aparece asesinada a orillas del estanque. Los vecinos entran en una espiral de desconfianza cuando salen a la luz los rencores que la víctima había provocado en muchos de ellos debido a sus aires de grandeza y su intención de modernizar las costumbres de la comarca.
Mientras, la joven Marina se enamora de un forastero, Javier, un apuesto y rico heredero que ha llegado a Ochandiano para reclamar el dinero que le debe el padre de ella. Su relación se verá afectada por la investigación criminal que, poco a poco, desvelará los secretos más ocultos de la -hasta ese momento- apacible comunidad rural.